Su tumba apareció debajo de la pista de la zona. Una hilera de rocas dibujaba el contorno de una cámara funeraria bien elaborada, que se extendía a más de un metro de profundidad de la superficie. En las paredes de la cámara funeraria, rodeando el fardo funerario de Wayaw, se hallaron hojas de diversas plantas.
Asimismo, en el sello de la tumba, se encontró una vasija fragmentada con la representación de un loro. Y al interior de la tumba reposaba el cuerpo flexionado y envuelto en paños de textiles, a modo de fardo funerario. Junto al fardo y cuidadosamente acomodado se encontraron dos ollas de cerámica y un cuenco de calabaza.
En el laboratorio de Cálidda, al intervenir el fardo, también se hallaron textiles, prendedores de plata y un brazalete de Spondylus. Estos objetos, poco comunes, demostrarían el prestigio de la persona enterrada. Un pequeño bolso con ovillos de hilo confirmaría que la labor de esta dama era el tejido.
“En Cálidda siempre hemos desarrollado diferentes estrategias para dar a conocer la historia que nos cuenta la evidencia arqueológica que encontramos debajo de las pistas y veredas de la ciudad, cómo parte del compromiso que tenemos con la comunidad. Hemos asumido el genuino compromiso de cuidar lo nuestro y ponerlo en valor trabajando siempre con conciencia social” Luciana Caravedo Farro, Directora de Sostenibilidad y Reputación de Cálidda.
La reconstrucción del rostro de Wayaw
Tras el hallazgo de los restos, los investigadores de Cálidda dieron el siguiente paso y, con innovadoras técnicas y tecnología de vanguardia, reconstruyeron digitalmente en 3D el rostro ‘La Dama de El Sauce’. “Mediante el uso de herramientas digitales e indicadores biométricos, nos hemos aproximado con mucha certeza científica a cómo debió lucir la fisonomía de una mujer que falleció hace más de 600 años. Este rostro nos enseña a conocer nuestro pasado para valorar su herencia en el presente”, indicó Pablo Aparicio, especialista en reconstrucción facial y fundador de PAR – Arqueología y Patrimonio Virtual (España).
El hallazgo, así como los trabajos de excavación, análisis, investigación, y puesta en valor forman parte de la política de Cálidda de respeto y protección del patrimonio cultural del Perú. A lo largo de nuestro trabajo, hemos realizado una serie de hallazgos, los cuales han sido cuidadosamente excavados en coordinación con el Ministerio de Cultura.
“Es la primera vez que se desarrolla en Lima un proyecto multidisciplinario para darle rostro a una mujer que vivió hace más de 600 años en Lima. Una mujer que no formó parte de la élite. Wayaw fue una mujer del pueblo, cómo todos nosotros, y la rica información arqueológica que nos brindan los hallazgos encontrados con su entierro, nos permite generar lazos con el pasado de la gente de a pie, de los vecinos de San Juan de Luriganchos, de los limeños. La labor artesanal del tejido que desarrolló la Dama de El Sauce, la convierte en una conexión con nuestro presente, a través de las tradiciones vivas de nuestras comunidades”, menciona la arqueóloga y líder del área de Patrimonio Arqueológico, Cecilia Camargo.