En la tumba, se encontró el esqueleto casi completo de Yaku y con este se pudo realizar el cálculo de su estatura: 1.58 metros. En cuanto a su edad al momento del fallecimiento, estimamos que Yaku tenía entre 20 y 25 años cuando dejó este mundo. La razón de su deceso no se ha podido determinar con precisión, sin embargo, existen algunas evidencias de anemia que su dentadura señala. Conocemos todos estos datos, gracias al informe de nuestra especialista en bioarqueología, la doctora María del Carmen Vega Dulanto.
Además de los detalles intrínsecos a la biología de Yaku, sus restos también nos permitieron determinar el tipo de actividad que realizaba. Las lesiones y anomalías que presentaba en la espalda y hombros en primer lugar, correspondían a una persona con gran musculatura en el tren superior, esto es fácilmente relacionable a la carga de cestas y el jalado de redes de pescar, debido a que los pescadores actuales presentan las mismas características en su fisionomía.
Así como ocurrió en otra reconstrucción facial en 3D, puntualmente en el proyecto arqueológico de “La Quebrada” de Cañete con “Josef, el protegido de Eleguá”, el especialista a cargo se trató de Pablo Aparicio: licenciado en Historia del Arte, máster en Arqueología y especializado en Virtualización del Patrimonio. Con su probada experiencia, sabíamos que la imagen de Yaku sería un reflejo casi idéntico de lo que fue en vida.
El rostro de Yaku, reconstruido gracias a la tecnología forense y el modelado 3D, se exhibe como pieza principal en la sala de exposiciones José Silverio Olaya Balandra, a cargo de la Municipalidad Distrital de Chorrillos. La muestra fue inaugurada por el alcalde del distrito, Augusto Miyashiro, y representantes de Cálidda. El objetivo principal de la exposición, como todo nuestro trabajo patrimonial, es fortalecer la memoria histórica y orgullo de nuestros vecinos.