En el año 2010, Cálidda se propuso alcanzar un nuevo reto para contribuir con el desarrollo sostenible del área de influencia directa: los comedores populares. Con esa consigna, hicimos los esfuerzos necesarios para conectar gratuitamente al Gas Natural a las organizaciones ubicadas en las zonas cercanas a nuestras redes de distribución, con el fin de generarles importantes ahorros en los gastos de energía, impactando directamente en la calidad y cantidad de alimentos que estos centros brindan a las personas en situación de vulnerabilidad.
A la fecha, ya hemos conectado gratuitamente al servicio de Gas Natural a más de 860 comedores populares de 23 distritos de Lima y Callao. Se estima que el ahorro generado en estos comedores ha beneficiado a más de 72,000 personas que dependen de estos espacios para su alimentación diaria.
Sin embargo, si bien es muy importante garantizar la continuidad del servicio de los comedores comunales, hay muchos más espacios de mejora que traerían beneficios directos a los vecinos que asisten diariamente. Es en ese contexto que, en colaboración con la organización TECHO, pusimos manos a la obra para afianzar la seguridad de los ambientes de trabajo donde se elaboran los alimentos de siete comunidades vulnerables.
El principal objetivo de TECHO es la reducción de la desigualdad social a través de medidas concretas en espacios comunitarios vulnerables. Trabajan conjuntamente con los vecinos y jóvenes voluntarios para asegurar un correcto enfoque de las soluciones que se implementan, prestándole especial interés a la restauración de la infraestructura compartida por la comunidad.
Junto con TECHO y la presencia de nuestros colaboradores como voluntarios, tras una ardua investigación sobre las necesidades de las organizaciones vecinales, implementamos mejoras en distintos comedores populares de la ciudad: tres en Villa María del Triunfo, tres en San Juan de Miraflores y uno en El Agustino. El correcto equipamiento de los comedores garantiza la seguridad alimentaria, así como la seguridad de los colaboradores vecinales al otorgarles un espacio de trabajo digno.
Un ejemplo importante es el del comedor “Felipe Alva Alva” de San Juan de Miraflores, que fue beneficiado con la renovación de la estructura de su techo, así como el equipamiento con mesas, sillas y estantería metálica. Además, se hizo entrega de un nuevo tanque de agua, se rehabilitó la puerta de acceso principal y se pintó la fachada. Esto fue posible en parte también por el aporte de una cadena solidaria de 63 voluntarios que donaron el monto de S/ 6.080.