Voluntariado digital con conciencia social
Con la llegada de la pandemia hay muchas cosas que nos cambiaron la vida de un momento a otro. En Cálidda, los colaboradores siempre se han caracterizado por su conciencia social, siendo muy activos en diversos voluntariados; pero trabajando desde casa y sin poder salir ¿cómo podrían continuar con esta labor que precisamente ahora es más relevante que nunca?
Conscientes de la gran oportunidad de poder contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas, desde el 2015 nuestro programa de voluntariado Voluntades Cáliddas, ha movilizado a nuestros colaboradores en diversas iniciativas de apoyo a la comunidad. De esta manera, gracias a la participación del 90% de nuestro equipo, que entregó más de 1720 horas de trabajo, se ha impactado en la vida de 96,662 personas. Ver los frutos y metas alcanzadas, es lo más reconfortante para nuestra empresa, ya que es un aporte genuino de nuestro gran equipo.
Para continuar generando experiencias enriquecedoras y con el propósito de impulsar el desarrollo sostenible, este año nos adaptamos a la actual coyuntura y realizamos un voluntariado digital, con la confianza de que unidos es posible avanzar y hacer frente de manera comprometida.
“Nadie sale de una crisis jugando a la defensiva, tienen que salir reinventándose y proponiéndoselo todos los días. Como dijo Darwin “los sobrevivientes no son los más fuertes, son los que mejor se adaptan”. Esta pandemia es uno de los retos más duros a los que nos hemos enfrentado. Más allá de cualquier crisis en la humanidad, ha tenido rígidas consecuencias, pero al mismo tiempo, nos abre oportunidades. Hemos aprendido a equilibrar nuestra vida con el trabajo e innovar nuestros procesos. El voluntariado fue uno de los grandes proyectos que tuvo que transformarse y adaptarse para actuar con rapidez y asumir un compromiso de trabajo con la comunidad. Siendo conscientes de la oportunidad que tenemos de aportar a nuestra sociedad, activamos el programa de voluntariado Voluntades Cáliddas, esta vez de manera digital, y realizamos diversas alianzas entre empresas, organizaciones sin fines de lucro, líderes, con un mismo fin: trabajar con conciencia social por los peruanos y peruanas que hoy más lo necesitan”, resalta Luciana Caravedo, Directora de Sostenibilidad y Comunicaciones de Cálidda.
Etapas del voluntariado digital
En la primera etapa, a través de nuestro programa de formación Guerrero Emprendedor, 40 colaboradores voluntarios, capacitaron y asesoraron, en un espacio virtual seguro, a 80 lideresas de los comedores populares que han sido conectados de manera gratuita al Gas Natural gracias a nuestro programa “Comedores Cálidda”.
La capacitación constó de 7 semanas en las que aprendieron estrategias para hacer frente a las consecuencias del COVID-19. Al culminar el programa, se celebró una graduación virtual.
“Para mí hacer voluntariado es bastante gratificante. Siento que puedo ayudar a las personas con un granito de arena, acompañándolos, dándoles ánimos, y así sepan que alguien está con ellos para ayudarlos”, comenta Linda Arredondo Gutiérrez, una de nuestras colaboradoras que más horas de trabajo voluntario ha brindado.
Dentro de los objetivos, se busca que las emprendedoras aprendan e implementen protocolos preventivos de contagio; conozcan el sistema financiero actual y tengan herramientas para mejorar sus presupuestos y ahorros (tanto personales como para el comedor), lo cual les permita invertir en mejoras; y además, adopten estrategias de venta para hacer crecer sus emprendimientos.
Por otro lado, Cadena Solidaria, es una propuesta de voluntariado digital que invita nuestros colaboradores a que, con sus familiares y amigos, contribuyan con la compra de kits de higiene para las lideresas de los comedores populares, quienes a puro esfuerzo brindan alimentos a los más vulnerables de sus comunidades.
En paralelo, a través de nuestro convenio con Un Techo para mi País, invitaremos a nuestro equipo a sumarse al proyecto de Ollas Comunes en los asentamientos populares de Lima y Callao, que tiene por objetivo el mejoramiento de los espacios usados, como cocinas comunitarias, garantizando la alimentación de las familias beneficiadas.
En la segunda fase del voluntariado, buscamos promover los emprendimientos de las lideresas de los comedores populares. Para ello, nuestros voluntarios se agruparán en duplas para asesorar a los comedores en la presentación de su emprendimiento a un concurso de capital semilla.
“Estoy muy agradecida con Cálidda porque nos ha ayudado a sensibilizarnos mucho como colaboradores, y eso ha ayudado a que las personas puedan cambiar su percepción de poder ayudar”, resalta Lidia Arredondo.
Tenemos el gran propósito de contribuir al progreso y calidad de vida, visión que nuestro gran equipo comparte. Por ello, ponemos toda nuestra dedicación en desarrollar este tipo de iniciativas, para seguir fomentando oportunidades de aprendizaje.