Priorizar los aspectos ambientales, sociales y de gobernanza como ejes fundamentales del actuar corporativo de una empresa líder en el sector energía, es una tendencia que hoy en día genera valor en el mercado, al proyectar un perfil ASG. El interés genuino del Grupo Energía Bogotá (GEB) y sus filiales en apostar por una gestión responsable que englobe estos aspectos le permite, como consecuencia, ser un motor de transformación para todos sus stakeholders y establecer lazos de confianza para conseguir de forma óptima los objetivos comunes.
Para Juanita García, Directora de Asuntos Corporativos del Grupo Energía Bogotá, construir un buen perfil ASG conlleva a una serie de retos como el reconocimiento de las necesidades diferenciadas de cada público y la articulación de estrategias para implementar un modelo de gobierno corporativo que pueda responder a todas ellas. “Para generar un buen relacionamiento, es indispensable prestar atención individualizada a las realidades propias de cada compañía a nivel de negocio, legales, culturales y de relacionamiento con grupos de interés con la finalidad de contribuir al crecimiento sostenible de la empresa”, indicó García.
Por otro lado, un desafío para el gobierno corporativo también consiste en que aquella cultura deberá ser hecha propia por todas las partes que la compongan, incluyendo los accionistas y los colaboradores. Los principios de gobierno corporativo deben estar en constante adaptación y evaluación transversal en todos los niveles. Es un trabajo que no se detiene con el fin de alcanzar los objetivos trazados por el directorio.
Desde el GEB, los dos últimos años han sido claves para la generación, redirección y ejecución de estrategias que promuevan un impacto social, ambiental y cultural de alta relevancia. Esto parte del reconocimiento del rol que una empresa tiene para crear oportunidades a los miembros de su respectiva comunidad.