Maximizando rentabilidad: el Gas Natural Vehicular en el transporte pesado
En el mundo del transporte de carga pesada, la búsqueda de eficiencia operativa y rentabilidad es constante. En este contexto, el Gas Natural Vehicular (GNV) permanece como la opción sostenible más atractiva, ofreciendo beneficios económicos significativos para las empresas del sector.
Ahorro: el impacto del GNV
Según Facilito, del Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería (OSINERGMIN), el precio del diésel ha sido consistentemente más alto que el precio del GNV en los últimos 5 años. En 2019, el precio del diésel era de S/13.70 por galón, mientras que el precio del GNV era de S/5.70 en galones equivalentes. En enero de 2024, el precio del GNV sería de S/5.60 en galones equivalentes, comparado con el diésel, que subió a S/16.80 por galón (Gráfico 1).
La estabilidad y bajo precio contribuyen a que el GNV sea un aliado para el ahorro de las empresas. Al analizar los gastos operativos de una ruta común como Lima-Chiclayo-Lima, utilizando datos reales de un Tracto de 460HP, con un peso bruto vehicular (PBV) de 52.8 toneladas y una carga neta de 30 toneladas, se evidencia que el combustible equivale a alrededor del 33% del costo total del transporte. Solo reemplazando el diésel por GNV, este gasto disminuye significativamente al 22% del total del costo.
Consideraciones sobre mantenimiento y depreciación
Aunque existen costos adicionales asociados con el mantenimiento y las revisiones técnicas de vehículos que funcionan con GNV, estos son marginales en comparación con el ahorro obtenido en combustible, representando un incremento de sólo 0.15% en toda la estructura de costos de una operación de transporte. Además, la diferencia en los costos de depreciación entre vehículos a diésel y a GNV actualmente es mínima, siendo hasta inexistente en el caso de algunas marcas asiáticas.
Análisis de rentabilidad
El uso del GNV genera un ahorro significativo en costos operativos, lo que se refleja en un aumento sustancial en la utilidad neta de las empresas de transporte. Este impacto se extiende a diversas rutas, demostrando la versatilidad y la rentabilidad del GNV en diferentes operaciones de transporte.
Siguiendo el ejemplo anterior, en la ruta a Chiclayo ida y vuelta de 1,554 kilómetros, el total de todos los costos usando diésel llega a ser de $1,801, brindando una utilidad neta por viaje de $275. Comparado con ello, el GNV permite en el mismo recorrido tener un costo de $1,551 con una utilidad neta total de $443. Así, se confirma que el ahorro obtenido al utilizar GNV puede representar una diferencia de hasta $170 por viaje (tabla 1).
El peso ya no es un problema
El avance tecnológico en vehículos a GNV ha sido notable en el Perú. Se destacan tractos con tanques ultralivianos de fibra de carbono, conocidos como tanques tipo 4, con una tara menor a las 9.4 toneladas. Esto los acerca al peso de unidades diésel, minimizando la pérdida de carga durante el transporte. Además, a pesar de contar con una autonomía de alrededor de 600 kilómetros, estos vehículos se encuentran respaldados por aproximadamente 350 grifos a nivel nacional para abastecerse de Gas Natural en ruta (Gráfico 2).
Tomando como ejemplo la ruta a Chiclayo, se observa una pérdida de carga de menos de una tonelada, alrededor de 800 kg. Esto implica solo dos vueltas adicionales con unidades a GNV para transportar la misma carga total por cada 60 vueltas con vehículos a diésel en la ruta analizada (el total de carga por 60 vueltas equivale a 1800 toneladas). A pesar de las dos vueltas adicionales, la utilidad neta obtenida gracias al GNV para el total de los viajes asciende a $23,493, lo que significa una ganancia extra de $6,989, representando un aumento del 42% en comparación con la utilidad generada con el diésel (Tabla2).
Conclusión: GNV, aliado del ahorro
En un entorno empresarial donde la eficiencia y la rentabilidad son fundamentales, el GNV se presenta como la solución más viable y beneficiosa para el transporte pesado en el Perú. Al realizar un análisis financiero comparativo entre operaciones utilizando unidades diésel y unidades equipadas con GNV, se revela un ahorro significativo en costos de combustible, superando el 42%.
Este ahorro se traduce en un impacto financiero sustancial, alcanzando los $170 por viaje en una ruta como la de Lima-Chiclayo-Lima. Esto generaría $6,989 adicionales de Utilidad Neta para la operación completa en dicha ruta.