El Corredor Rojo de Lima
¡El Corredor Rojo de Lima pronto contará con su propia estación de GNV! Esta tecnología lo convierte en un ejemplo de eficiencia y permite mantener los pasajes en beneficio de los usuarios. Además, al usar una energía limpia, contribuye a cuidar nuestro aire y la salud de las personas.
Hoy en día, es una necesidad optar por transportes que utilicen combustibles amigables con el ambiente, ya que reducen las emisiones contaminantes y contribuyen a que todos respiremos un aire más limpio.
Esta visión la comparte Polo Pérez, presidente del Grupo Polo, que reúne a seis compañías de transporte, una de ellas es Allin Group, concesionaria del Corredor Rojo.
Allin Group ha consolidado una gestión ordenada y opera desde el 2015 los buses del Corredor Rojo, los cuales van desde Ate hasta San Miguel por las avenidas Javier Prado y La Marina. Pérez, un empresario con los ojos puestos en el futuro, conoce la importancia de elegir un combustible económico, seguro y limpio para sus buses.
Por ello, tiene una flota de 252 buses y 180 de ellos funcionan con GNV, combustible que permite hacer más eficiente su empresa; y es que, a comparación del diésel o gasolina, puede ahorrar hasta en un 50%.
Además del ahorro, los vehículos con GNV contribuyen a tener un aire más limpio en la ciudad porque emiten menos partículas contaminantes, lo cual tiene un gran impacto positivo. Gracias a su uso, se ha evitado la emisión de 2.34 millones de toneladas de CO2, equivalente a sacar de circulación 900 mil vehículos en un año; de esta manera, se disminuye el número de enfermedades respiratorias.
En Lima, el 70% de la contaminación se debe al parque vehicular obsoleto que usa combustibles de mala calidad, por eso, cada vez que se eligen transportes sostenibles para movilizarse se está aportando a cuidar el ambiente y la salud de las personas.
Empresa ejemplar
Con miras a que la empresa continúe avanzando, Allin Group y Cálidda han hecho un convenio para que los buses del Corredor Rojo tengan su propia estación a GNV en el patio donde se guardan, en Ceres (Ate). Esto no solo será un gran paso en innovación, también va a generar grandes beneficios a la empresa.
Por ejemplo, se reducirá el tiempo que toma tanquear los buses en un grifo, que implica un proceso administrativo que debe supervisarse; también los costos se reducen considerablemente, lo que ayuda a mantener los pasajes.
Polo Pérez cree fielmente en la innovación y el desarrollo, factores que nunca dejará de buscar para su negocio. Él sabe que los buses que funcionan a GNV son los que menos contaminan dentro de todos los combustibles y generan un beneficio económico, ambiental y salud para la sociedad, a la vez que ayudan a que su empresa crezca.
Para Polo Pérez y su empresa, todavía hay un largo camino que recorrer, un camino que promete ser largo, productivo y siempre acompañado de un compromiso por brindar un transporte sostenible a los ciudadanos.
No queremos terminar esta nota sin comentar algo que Polo Pérez nos repitió más de una vez: la integridad de su empresa no solo tiene como base el impacto ambiental que genera, sino también, el grupo humano con el que trabaja; ya que al final del día, son sus mayores aliados para hacer que el Corredor Rojo opere de manera correcta, legal y con eficacia.