Entrevista a Mariela García de Fabbri, vicepresidenta de Empresarios por la Integridad
Mariela García cuenta con más de 30 años de experiencia en Ferreycorp. Hoy, se desempeña como gerente general y, además, es vicepresidenta de Empresarios por la Integridad, asociación sin fines de lucro conformada por líderes que tienen como objetivo fortalecer la integridad y la ética en beneficio del país.
Durante el CADE del 2017 y gracias a iniciativas de reconocidos líderes del sector empresarial, se puso la primera piedra para lo que es hoy en día la asociación Empresarios por la Integridad, cuya labor se centra en acoger y buscar empresas, indistintamente del tamaño y rubro, para ayudarlas a promover valores y generar un cambio que fortalezca su integridad y juntos ser un agente de cambio que tenga un compromiso por luchar contra la corrupción en el país.
Mariela García de Fabbri -actual gerente general de Ferreycorp- ocupa el puesto de vicepresidenta de esta asociación que busca trascender por el bienestar del futuro de nuestro país. En la siguiente entrevista, nos comparte un poco más acerca de su trayectoria dentro de la organización y los procesos que llevan a cabo para certificar a las empresas que optan por adherirse a compartir los mismos objetivos de la asociación.
1.Por favor, compártenos tu experiencia y principales responsabilidades en Empresarios por la integridad; y como líder de Ferreycorp.
En el año 2019, Óscar Espinosa Bedoya -presidente ejecutivo de Ferreycorp en ese momento- impulsó junto con IPAE la fundación de Empresarios por la Integridad e invitaron a un grupo de líderes empresariales comprometidos con la causa de la lucha contra la corrupción desde el ámbito privado a ser socios fundadores. Posteriormente, en el año 2021, pasé a formar parte del Consejo Directivo; y ser vicepresidenta. Asimismo, soy parte del Comité Ejecutivo y del Comité de Ética. Por supuesto que cuando me invitaron a integrar la asociación, no dudé en sumarme a este movimiento, que estaba muy alineado con lo que promovemos y vivimos en la corporación. Tengo 34 años en Ferreycorp y siempre hemos gestionado el negocio poniendo por encima la integridad. Tenemos procesos muy robustos para evitar actos de corrupción.
2. ¿Qué criterios se evalúan para reconocer a las empresas con la Certificación Antisoborno?
Para poder otorgar el Certificado Antisoborno, comenzamos con una debida diligencia, tanto a la empresa como a las personas que se encuentran en funciones de alta dirección y gerencia. Luego, un tercero independiente a Empresarios por la Integridad realiza una exhaustiva auditoría para identificar si la empresa cuenta con un Modelo de Prevención antisoborno debidamente implementado, y si este cumple con nuestro estándar; que, según comentarios de las mismas empresas evaluadas, es exigente. Teniendo como base los resultados de la auditoría, se determina si se otorga el certificado; por lo tanto, este no se brinda en función a opiniones o subjetividades, o por no tener denuncias, sino más bien, se verifica que existan una serie de procesos y controles comprobados. La auditoría permite también identificar las áreas de mejora que son comunicadas a la empresa con una filosofía de mejora continua.
3.¿Cuál consideras es la relevancia de una cultura de integridad y ética en una empresa y cómo impacta esto en la comunidad en la que opera?
Considero que, hoy más que nunca, la cultura de integridad y el comportamiento ético son clave en todos los actores de la sociedad. La empresa privada es un actor de la misma, un actor, además, que tiene gran relevancia, pues aglutina a muchos individuos y, a la vez, sus actos tienen impacto sobre toda la población. Incluso la empresa privada tiene recursos importantes de conocimiento, de gestión, y lo que decida hacer puede ser emulado por muchos y puede abarcar de manera colaborativa a muchos agentes. No tengo duda que la empresa privada es hoy la llamada a liderar una cruzada en pro de la integridad y a la vez promover un cambio cultural en el país.
Los líderes empresariales somos conscientes de la relevancia que tiene la empresa en la sociedad, no solo por lo que produce u ofrece, sino por el impacto positivo que puede generar entre sus colaboradores y su cadena de valor. Es por ello que resulta fundamental que quienes dirigen las empresas no duden en que actuar haciendo lo correcto siempre es lo que corresponde.
Sin principios de actuación basados en la ética no hay empresa, individuo ni sociedad con posibilidades de ser viable. Las empresas sin ética, sin valores, no son sostenibles ni pueden generar un impacto positivo en su entorno y en los consumidores de sus bienes o servicios. Todo lo contrario, hemos visto cómo empresas que lograron un crecimiento importante, de un día a otro, por no actuar conforme criterios éticos, se han derrumbado, y se han visto tremendamente afectados sus trabajadores, sus clientes y todos sus grupos de interés. Estos casos que felizmente son aislados, afectan la reputación de todos los empresarios. Por eso, los que se portan bien tienen que deslindar y llamar la atención frente a malas prácticas.
4.¿Qué tipo de acciones o sistemas de prevención se pueden implementar en una empresa u organización para mitigar la potencial materialización de un riesgo a la ética e integridad?
Las empresas están sometidas a muchos riesgos a través de malas conductas que pueden cometer sus funcionarios y sus colaboradores en general. Por ello, no bastan los Códigos de Ética, ni las políticas anticorrupción, porque podrían convertirse en meras declaraciones. Por supuesto que son un importante punto de partida, pues son una declaración de principios, qué creemos y cómo nos portamos, pero deben ser acompañadas de mucho más. En primer lugar, debemos conocer a las personas con quienes trabajamos, tanto los que trabajan con la empresa, como quiénes son nuestros clientes, nuestros proveedores, todos nuestros socios de negocio. Creemos que desde que se toma la decisión de contratar a un funcionario para que cubra un puesto en la organización, sea la responsabilidad que sea, hay que conocer bien quién es esa persona, en qué cree, cómo está su escala de valores, entre otros.
A partir de ahí, implementar controles financieros, no financieros, diseñar sistemas de prevención que desincentiven las malas decisiones y, sobre todo, contar con buenos canales de denuncias internos que generen confianza a las personas que se vean en la necesidad de usarlos. Vivimos la era de la revolución de la tecnología, las posibles inconductas se han sofisticado tanto, que debemos robustecer nuestros sistemas de prevención de delitos a una velocidad que no imaginábamos.
5. ¿Cómo la aplicación del gobierno corporativo y ética puede ayudar a lidiar los problemas que viven las empresas modernas en los últimos tiempos?
Un buen gobierno corporativo significa que la empresa ha conformado una estructura ordenada para lograr sus fines, tiene visión independiente, respeta la participación accionaria, tiene procesos, lineamientos, diferenciación de roles y funciones. Un ordenamiento de este tipo facilita la instalación de un modelo de prevención y de los famosos “check and balances”. El gobierno corporativo supone también una actitud de mejora continua y de transparencia, no solo a la interna, sino con el mundo externo a la empresa. Estar siempre expuesto al escrutinio de otros promueve la transparencia y la rendición de cuentas, lo cual considero agrega mucho en la cultura de integridad y la lucha contra la corrupción. Actuar respetando a todos los grupos de interés, adoptar buenas prácticas, generar confianza, son todos elementos de un buen gobierno corporativo. Sin duda, enfrentar los problemas modernos y futuros que se avecinan en el mundo empresarial, requiere el compromiso para que se instaure un buen gobierno corporativo.
6. ¿Qué retos se deben superar para alcanzar una auténtica cultura gobierno corporativo, ética e integridad?
Ello dependerá del tipo y tamaño de las empresas. No es lo mismo el reto que significa para una pequeña empresa, para una empresa familiar o para una empresa que cotiza en la Bolsa de Valores de Lima, por ejemplo. En el caso de la gran empresa, que es de donde vengo, pienso que el gran reto es lograr el alineamiento de todos los colaboradores, desde la alta dirección y gerencia y hacia toda la organización. Y debemos ser muy claros en qué es hacer lo correcto y qué no. Lamentablemente vivimos en un entorno donde la corrupción nos invade día a día, y tenemos que ser muy claros en qué actos y conductas son no éticas, no íntegras, que nadie tenga duda de lo que es “no negociable” o “no aceptable” para la empresa; ello debe regir su accionar día a día. Lo bueno es que esa reflexión y ese aprendizaje inspirará lo que hagan en el campo laboral y en su vida privada. Después de todo, somos la misma persona cuando nos vamos al trabajo, a la universidad, a un evento social.