Al pensar en nuestra Lima, lo primero que viene a nuestra mente es modernidad, espacios totalmente construidos, gran cantidad de población y crecimiento constante: elementos que definen a esta ciudad capital. Pero, difícilmente pensamos en una ciudad que puede contarnos una historia de más de 3000 años de antigüedad, una ciudad que actualmente preserva la mayor cantidad de monumentos arqueológicos dentro de un casco urbano en el Perú. Casi todos los limeños recordamos a la “huaca” de nuestro barrio, espacios con construcciones de adobe o tapia de épocas prehispánicas correspondientes a espacios de uso administrativo, ceremonial, funerario o de vivienda, cubiertas de tierra y escombros, esperando ser descubiertas para contarnos su historia.
Pero lo que menos nos imaginamos los limeños y chalacos hoy en día es que esa parte de la historia de la ciudad, no solo se encuentra en los mas de 400 sitios arqueológicos existentes en Lima y Callao, sino que también aún existe debajo de las pistas y veredas de la ciudad, literalmente “debajo de nuestros pies”.
Nuestra gran urbe de ladrillo y cemento se ha construido sobre los espacios, que, de manera estratégica, crearon nuestros antepasados, convirtiendo un desierto en un valle artificial cuyas fuentes principales de agua, como el famoso canal Surco, siguen cruzando nuestra ciudad.
Este es el panorama al que se enfrentan las empresas en Lima y Callao cuya actividad implica excavar sus calles y avenidas. Al remover el suelo de la ciudad necesariamente se debe asumir el compromiso de recuperar y preservar el patrimonio cultural que se encuentra durante sus operaciones. Para Cálidda, la recuperación de hallazgos arqueológicos se ha vuelto parte del proceso constructivo de la red de distribución de Gas Natural. La evidencia arqueológica y la información sobre nuestro pasado que se ha recuperado es mucho más de lo que se pudo proyectar al iniciar los trabajos de construcción de la red: tan solo en los últimos 6 años se han recuperado mas de 1500 hallazgos arqueológicos en todos los distritos donde actualmente opera la empresa.
Todo este pasado recuperado debe darse a conocer, debe ser entregado a los ciudadanos de Lima y Callao, este es el gran compromiso que ha asumido Cálidda y que lo lleva a cabo a través del Programa de Gestión Sostenible del Patrimonio Cultural (PGSPC), programa que recupera, analiza y conserva el patrimonio arqueológico de Lima y Callao, para luego darlo a conocer a todos los ciudadanos.
Este trabajo comprometido se lleva a cabo gracias al esfuerzo de un equipo diverso, que incluye a todos los trabajadores de Cálidda y de las empresas contratistas que trabajan día a día en las calles construyendo la red de tuberías. Los excavadores de zanjas, capataces, ingenieros y arqueólogos trabajan de la mano para recuperar de manera adecuada nuestro legado arqueológico.