Yanbal inicia operaciones en Lima, en el año 1967, con el objetivo de forjar una historia de empoderamiento y trabajo con enfoque en las mujeres. En la actualidad es una marca reconocida por su apoyo a la libertad e independencia de las personas a través del concepto “belleza responsable” y por el respeto a las raíces de Latinoamérica que promueven como uno de los valores principales de todas sus actividades.
En su relanzamiento como marca, bajo la plataforma Alma Latina, se incorporó el compromiso social con el orgullo y autoestima de todos los latinoamericanos.
A su vez, con el proyecto “Mujer es Poder”, buscan impactar positivamente en la vida de más de 4,000 niñas y mujeres en el primer año, a través del refuerzo de valores y el uso de herramientas que desarrollen su amor propio para el cumplimiento de sus metas.
Este año en Perú, obtuvieron la Certificación Presente, como reconocimiento por ser uno de los mejores lugares para el talento LGBTIQ+.
A la fecha, cuentan con cuatro plantas de producción, siendo la ubicada en Lurín la que recientemente usa Gas Natural en sus operaciones. La empresa mide su huella de carbono desde el 2012, por lo tanto, no dudaron en aprovechar la oportunidad de cambiar su matriz energética de GLP a Gas Natural.
En la planta de Lurín, el Gas Natural opera en las calderas, generando vapor para la fase de calentamiento del proceso de fabricación de las líneas de tratamiento y cuidado personal.
La energía del Gas Natural también es usada en la cocina y los termotanques de los vestuarios. Al integrarse a la red de tuberías de Cálidda, ya no son necesarias planificaciones de suministro.
Claudia Pino, Jefa Corporativa de Gestión Ambiental, nos comenta al respecto: “En la planta Lurín usábamos GLP, por ello, para el abastecimiento requeríamos hacer coordinaciones para el llenado de los tanques y además era necesario un camión para el suministro. Ahora con el Gas Natural se ha simplificado nuestra gestión”.
De esta manera, sus operaciones tienen energía continua los 365 días del año.