Usualmente, en las encuestas una de las principales preocupaciones que expresan los vecinos de Lima y Callao es la situación del parque automotor de la ciudad. Al congestionado tráfico vehicular, se suma el mal estado de los buses y sobre todo, la polución generada por el uso de combustibles tradicionales y la circulación de vehículos antiguos. Es en este escenario que MODASA, empresa carrocera peruana, con su taller autorizado para la conversión de vehículos pesados a GNV, representa una gran oportunidad para impulsar el transporte urbano sostenible y mejorar la calidad del aire que todos respiramos.
Desde el año 2006 MODASA cuenta con la autorización para realizar conversiones de vehículos pesados a GNV, lo cual fue ratificado en octubre del 2021, extendiendo el proceso a su planta industrial de 100,000m2 ubicada en Lurín, en donde hasta la fecha se han realizado con éxito la conversión de 74 buses de transporte urbano que hoy se encuentran en circulación. Asimismo, a través de su operación comercial MODASA ha vendido más de 2,000 buses GNV.
MODASA ha encontrado en el GNV a un aliado excepcional para impulsar el desarrollo sostenible de Lima y Callao, ya que es una energía económica, segura y ecoamigable. Por ello, para empezar a generar más ahorro, mejorar la calidad de los desplazamientos del ciudadano y aminorar las emisiones de CO2 en el sector urbano, debemos empezar a aprovechar sus beneficios de manera transversal en todo el sistema de transporte.
Daniel Rubio, gerente de la Unidad de Negocio MODABUS, de MODASA, nos explica el proceso de conversión a GNV de manera sencilla: “Lo primero que hacemos es trasladar el vehículo a nuestro taller en Lurín. Ahí procedemos a retirar el motor existente, reforzar el piso del vehículo para instalar los tanques de Gas Natural, la instalación de tuberías, filtros, válvulas y la toma de carga. Posteriormente se modifica la estructura del vehículo para la instalación del nuevo motor a GNV, junto con la transmisión y el resto de los accesorios. Finalmente, el vehículo pasa por un exhaustivo control de calidad, donde se realizan las pruebas necesarias para certificar su correcto funcionamiento”.