El distrito de San Juan de Lurigancho cuenta con un millón de habitantes y es el distrito más poblado de Lima y del Perú, fue construido y habitado casi en su totalidad por inmigrantes que llegaron a la capital en busca de un futuro mejor. Estas características lo convierten en un distrito culturalmente diverso, lleno de costumbres y tradiciones, que dan paso a una multiculturalidad maravillosa que los une y llena de orgullo.
El distrito de San Juan de Lurigancho también alberga un legado arqueológico milenario, si bien es cierto muchos sitios arqueológicos han desaparecido por el avasallador avance urbano, mucho otros aún se conservan como: Los campos de geoglifos de Canto Grande, Mangomarca, Canto Chico, la Fortaleza de Campoy y El Sauce. Estos sitios arqueológicos demuestran una ocupación de larga data y la capacidad del hombre para acondicionar su ambiente, y generar espacios productivos desde épocas prehispánicas.
En el 2018 en el Asentamiento Humano El Sauce II, los arqueólogos de Cálidda hallaron la tumba de una mujer que vivió hace más de 500 años en lo que fue el Sitio Arqueológico de El Sauce. El entierro de esta mujer fue encontrado y excavado en coordinación con el Ministerio de Cultura (Mincul) y los vecinos de la zona. Según los especialistas, la mujer -bautizada como ‘Wayaw, la Dama de El Sauce’– vivió en esta zona en tiempos del curacazgo de los Ruricancho, etnias que ocupaban la quebrada de Lurigancho, cuando este se encontraba bajo el control administrativo del imperio Inca.
Al intervenir el fardo funerario, se hallaron textiles, prendedores de plata y un brazalete de cuentas de Spondylus, concha marina proveniente de mares ecuatoriales. “Estos objetos, poco comunes, demostrarían el prestigio de la persona enterrada. Un pequeño bolso con ovillos de hilo de algodón confirmaría que la labor de la dama era el tejido”, refirió el arqueólogo Jesus Bahamonde, arqueólogo del Área de Patrimonio Arqueológico de Cálidda.