Josef, el rostro que reconstruye la historia

El proyecto arqueológico en la hacienda “La Quebrada” de Cañete, a cargo de José Luis Santa Cruz Alcalá y Claire Maass -en colaboración con diversos actores sociales y privados donde destaca el apoyo de Cálidda- tiene como resultado el Museo Virtual Afroperuano de San Luis de Cañete: MUAFRO. La pieza principal de la muestra se trata de la reconstrucción facial 3D de Josef, un afrodescendiente esclavizado que vivió entre los siglos XVIII y XIX.

Entre los años 2017 y 2019, los arqueólogos José Luis Santa Cruz Alcalá y Claire Maass excavaron los restos óseos de 245 personas pertenecientes a la población de esclavos de la hacienda “La Quebrada”, propiedad de los Camilianos o Padres Camilos, fundadores en Lima de la “Orden la Buena Muerte”. Es debido a este origen que se explica la creación de un cementerio, infrecuente para la época, que reúne restos de niños, mujeres y hombres adultos.

El análisis de los hallazgos entrega información importante sobre las condiciones de vida de los afrodescendientes esclavizados y cómo su relación con los Padres Camilos, quienes catequizaron a la comunidad, ocasionó un cambio simbólico pero disruptivo para aquellos años, donde se les dio cristiana sepultura dando como resultado uno de los cementerios más grandes de América.

Para profundizar en esta investigación, se consideró importante darle rostro a los hallazgos. Aquí es donde se eligió a “Josef, el protegido de Eleguá”, bautizado así por ser uno de los nombres más frecuentes en los registros de la hacienda, hombre no mayor de 34 años que dedicó su vida a labores pesadas como indica la evidencia de fracturas y osteoartritis en sus restos.

En Cálidda estamos comprometidos con nuestra cultura y legado histórico, por lo que asumimos con honor el desafío de realizar la reconstrucción facial de Josef, la cual se inició en nuestros laboratorios registrando en 3D el cráneo y mandíbula. Con este insumo, el equipo del arqueólogo Pablo Aparicio procedió con los trabajos de esculpido digital, lo que a la postre permitió entregar una pieza de gran valor al MUAFRO.

A continuación, Pablo nos comenta sobre el proceso de reconstrucción del rostro de Josef:

“Para llevar a cabo la reconstrucción facial de Josef comenzamos trabajando con el equipo de arqueólogos y antropólogos a partir del cráneo documentado en 3D del individuo, posteriormente añadimos los marcadores de espesor facial, dispusimos uno a uno los músculos, esculpimos la piel, texturizamos de forma fotorrealista el rostro y añadimos detalles como pelo y ropa. Finalmente obtuvimos las imágenes y animaciones 3D que nos permiten difundir el resultado.”

Antes del uso de herramientas digitales, trabajos de este tipo utilizaban técnicas de esculpido tradicional en barro. La reconstrucción facial 3D es un salto evolutivo que entrega mayor precisión y detalle.

Pablo Aparicio, artista y arqueólogo originario de Guadalajara, España, destaca el papel democratizante que cumple la digitalización del patrimonio cultural en la vida de los ciudadanos:

“La digitalización del patrimonio, permite su accesibilidad universal, lo que contribuye a que su conocimiento llegue tanto a la comunidad más cercana como a todo el mundo interesado.”

Es en ese punto donde reside la importancia de este tipo de trabajos arqueológicos. Las herramientas digitales y el uso de las tecnologías de la información permiten ampliar el espectro de la audiencia, dándole a los hallazgos un valor educativo, además de histórico y patrimonial. El espacio académico se conecta con la escuela y los hogares de manera integral cuando se ejecutan proyectos con un enfoque digital.

Pablo ha estado a cargo de varios proyectos enfocados en la arqueología virtual. Él resalta la reconstrucción facial de “Wayaw, La Dama del Sauce” en el 2019 y del complejo de Santa Fe de Toledo en 2020, sin embargo, no deja de destacar lo que significó el proyecto de reconstrucción facial aproximada de Josef junto al equipo de Cálidda:

“Ha sido un verdadero placer colaborar con el equipo de arqueología de Cálidda, que nos han proporcionado toda la información, asesoría y apoyo necesarios para conseguir los resultados históricamente más precisos.”

En palabras del propio Pablo, las nuevas tecnologías de digitalización “tienen un papel fundamental en la gestión integral del patrimonio arqueológico”. Tecnologías como la fotogrametría, técnica que permite la identificación de objetos a través de la toma de fotografías desde muchos ángulos, o el escaneado láser, permiten la documentación precisa del patrimonio convirtiéndose en aliadas de las labores de conservación, restauración y difusión.

El proyecto arqueológico de la hacienda “La Quebrada” bajo la dirección de Apacheta, entidad a cargo de José Luis Santa Cruz, junto al apoyo de Claire Maass de la Universidad de Stanford, generó una dinámica que involucró a toda la comunidad. Desde gestores culturales y de turismo, hasta la Municipalidad de San Luis de Cañete, el Ministerio de Cultura, la Embajada de Estados Unidos, pasando por la Mesa de Trabajo Afroperuana de San Luis, la participación especial de la Dirección de Políticas para la Población Afroperuana y la empresa privada representada por Cálidda.

Como empresa responsable y orgullosa del patrimonio cultural, Cálidda seguirá participando de iniciativas que pongan en valor la historia de nuestro país. El MUAFRO es el resultado de un esfuerzo conjunto de autoridades y actores sociales que, unido a nosotros, buscamos brindar un importante legado a las futuras generaciones de peruanos a través de la innovación y las herramientas tecnológicas.